PHILADELPHIA REGRESA
A LO ALTO
Habían pasado 15 años desde que los Sixers
ganaron su primer anillo, en 1967, un paréntesis entre
la apisonadora que Boston era en aquellos tiempos. De la mano de Billy
Cunningham el equipo
había llegado a las finales de 1980 y 1982, cayendo en ambas 4-2
frente a Los Angeles Lakers, que parecían implacables para 76ers. El liderazgo
del aquel equipo corría a cuenta de uno de los jugadores más espectaculares que
jamás han pisado una cancha, Julius Erving, más conocido como "Dr.J".
Un jugador de un único e imaginativo estilo de juego. Siendo adolescente
conoció a un jugador, al que por respeto llamaba "El Profesor". Ese
jugador respondió a la adulación de Erving llamándolo "El Doctor",
por la manera en que 'operaba' debajo de la canasta. Después, su compañero de
equipo Fatty Taylor agregó la J (por Julius) y fue entonces cuando se formó su
apodo definitivo "Doctor J". Julius llegó a Philadelphia procedente
de la ABA, de New York Nets.
El equipo que
conformaron los Sixers está catalogado como uno de los mejores de la historia. Maurice
Cheeks en el puesto de
base, Andrew Toney de escolta, el puesto de alero para la
estrella, Julius Erving, con Bobby Jones y la bestia parda Moses Malone por dentro, quien fue, sin duda, el
encargado de dar el salto de calidad al equipo. Tras ganar su segundo MVP en 1982, llegó a Philadelphia
procedente de Houston
Rockets para hacer pleno,
anillo, MVP de las finales y MVP de la liga regular.
Uno de los mejores
jugadores de la historia en uno de los mejores equipos de la historia. Su
andanza en la liga fue un paseo militar, acabaron con Los Angeles Lakers en las
finales por 4-0, tras hacerlo previamente con los Knicks (4-0) y los Bucks
(4-1). Ese balance de 12 victorias - 1 derrota era la mejor marca de playoffs
hasta que los Lakers del 2001 la superaron con 15-1.
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